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Construir conocimiento con relaciones multi generacionales en el marco de trabajos de investigación de secundaria post obligatoria y universidad.

LA MENTORÍA: UN ENFOQUE METODOLÓGICO

El término mentoring tiene como raíz la indoeuropea * men "el significado es pensar. Con el tiempo, este sustantivo propio se convirtió en común para designar el concepto de consejero, guía, maestro. Para la Real Academia Española el concepto se expresa como: "actuar dando consejo o guía"; la Enciclopedia Universal 2012 el define como: "persona que aconseja, guía o inspira otra, con respecto a esta." el Diccionario Mosby, lo define en el ámbito de la Medicina como "persona de confianza que asesora, con experiencia, que ofrece una orientación valiosa a las personas más jóvenes". 
De forma tradicional que recibe la mentoría es llamado protegido, discípulo o aprendiz y la persona con más experiencia y conocimiento crea una relación de desarrollo personal que ayuda a otra menos experimentada o con menos conocimiento, le enseña una habilidad, materia ... y después le apoya de manera directa o indirecta, abre las puertas del conocimiento y tan sólo con su presencia le proporciona un abanico de oportunidades y un reconocimiento de lo que sabe hasta el momento y darle fortaleza para la consecución del objetivo.

Quien ejerce la función de mentor, ocupa un lugar muy destacado y prominente en el ámbito en el que está realizando la mentoría es decir tiene una autoridad en relación a su conocimiento y experiencia y es reconocido como tal y por ello asume que aporta su conocimiento según la demanda del alumnado.
Esta experiencia y conocimiento no es suficiente para realizar el papel de mentor por lo que a continuación se exponen los fundamentos básicos y las condiciones de la mentoría.

Fundamentos y condiciones de la mentoría:

Entre las habilidades más distintivas que se deberían desplegar para realizar la mentoría son: capacidad de comunicación, disposición hacia el asesoramiento, transmisión de conocimientos y experiencias de una manera clara y habilidad de llegar al otro para transmitirla efectivamente los saberes, los consejos y que el otro reconozca su papel de mentor. 

Acompañamiento:

Descrito como un acto de comunicación verbal: escuchar, aconsejar, orientar, animar, estimular, dinamizar, confrontar, interpelar ...). que permiten que quien acompaña se sitúa y procura modelar los comportamientos afectivos, cognitivos y comunicativos de la persona acompañada. Por lo tanto el acompañamiento tiene diferentes vertientes: 1) ética promovida por la empatía, 2) teórica que favorece la comunicación 3) técnica a partir de la individualización de las situaciones y la personalización de los procesos según las necesidades individuales y 4) política como forma de regular que las personas sean autónomas, responsables y capaces de tomar decisiones (Mael-2015) porque no es una forma de control o normativización sino un espacio relacional que responde a las necesidades. Por ello es fundamental que esta relación de ayuda a otra persona aunque se inicia con una relación asimétrica potencie la emancipación de las personas actoras por lo que la reciprocidad es fundamental por lo que la disparidad de experiencia y saber no sea un estorbo para la paridad en la relación. (Cornu, 2015). 
En este sentido no es una relación condescendiente sino un caminar conjunto, basado en la comunicación estable, el diálogo (escuchar la otra voz), y sobre todo entrar en una compañía cooperativa, basada en la confianza de manera que se deja huella en la relación porque implica un reconocimiento entre personas desde una perspectiva que permite compartir una situación problema (Conrad, 2008). 

Comunicación:

Hablar de relación es hablar de comunicación en el sentido pleno de la palabra es decir considerando la totalidad de lenguajes: corporal, actitudinal y verbal sea oral, escrito y ningún objetivo que se planee en la relación debe minimizar o no valorar seriamente la repercusión de la comunicación que va más allá de contenidos de aprendizaje para favorecer el marco en el que se construye la relación. Esta comunicación implica reconocer la persona interlocutora, por lo que exige reciprocidad y conlleva que se creen vínculos de un signo u otro por el que se asume la responsabilidad de las palabras utilizadas y de su interpretación y, por tanto, hay de haber una revisión constante para reconducir cualquier sesgo que pueda desviar tanto el entendimiento mutuo como, en este caso, el aprendizaje de errores. Igualmente es fundamental considerar la fortaleza del lenguaje reflejo del pensamiento y de los procesos mentales que se realizan a fin de poder organizar y reflexionar compartiendo no sólo informaciones estructuradas sino abriendo nuevos campos para poder contrastar, revisar, comparar, sintetizar funciones que van más allá de los aprendizajes de contenido para desarrollar la mente y adquirir nuevas competencias. En este proceso de comunicación se ponen en juego una serie de procesos (Mael, 2015): 
* "Verbalizar y transmitir la identidad: Ser en relación con la otra persona" (paso previo). 
* Hablar: Palabra / narración / explicación .. Para que una situación pueda ser compartida. Aprendizajes previos, dudas, preguntas, identificación de una situación que pueda evolucionar. 
* Reflexionar / Reflexividad / Concienciación / y poner distancia para poder cuestionar, elaborar, sobre lo que se dice y lo que se duda. 
* Cuestionar / Problematización / subjetivación para dar paso al pensamiento crítico que debe abrir posibilidades de interrogarse tanto en lo que se dice como lo que aporta la persona interlocutora. 
* Elaboración / re-elaboración / Posibilidad de "pensar diferente", de asumir lo que se descubre, a partir de reflexión y el cuestionamiento sobre lo que se dice, se sabía y se aprende. Todos estos procesos son fundamentales tanto en la relación como en todo trabajo de investigación que va más allá de recoger informaciones para analizarlas y avanzar en el conocimiento. 

Reciprocidad: 

Una condición del acompañamiento que permite compartir diferentes momentos de las relaciones en que se conjugan el conocimiento sobre el vivido de cada persona, los previos, la experiencia personal y profesional, informaciones teóricas relevantes para dar cuerpo a un trabajo y aprender el vocabulario experto, necesario y propio del campo que sirve para comprender la teoría y combinado con la experiencia y saberes adquiridos por cada persona. A partir de este intercambio recíproco llegará el momento de reflexionar y de integrar nuevos conocimientos para que el proyecto adquiera consistencia. Este acompañamiento se basa en la reciprocidad de tipo integrador (Gaulier; Pesce 2015) de manera que hay un apoyo mutuo y se pone en evidencia, además de las experiencias y el universo teórico, la reflexividad y se plantea el lugar de cada participante (Gaulier, 2009) así como el hecho de que la vida es un viaje colectivo y un sitio personal que da un interés global de crecimiento de las personas a partir de la participación, favoreciendo un equilibrio que lleva a la reciprocidad e implica, entre dos personas, un cambio de sentimientos, obligaciones y "servicios" (Pineau, 1998). Cada persona ocupa lugares diferentes: receptor y emisor para que la reciprocidad provoca una situación interlocutiva y las repercusiones se dan en ayuda del que permite compartir, un ambiente y clima de comunicación para la construcción de un camino que favorece el reconocimiento mutuo al margen del punto de partida y permite a todas las personas implicadas progresar.

Cooperación:

Como proceso la colaboración permite construir en común una red relacional que mejore el entendimiento mutuo entre jóvenes y mayores compartiendo e incrementando el conocimiento con intercambios mutuos. El aprendizaje al ser una estrategia fundamental para el desarrollo armónico de las personas a lo largo de su vida y favorece la disposición para articular oportunidades y valorizar el bagaje personal para incrementarlo y compartirlo con otras personas. En el momento en que involucra diferentes edades, la dinámica y el proceso tienen más sentido que si se da entre personas de la misma generación, porque se ponen en común diferentes puntos de vista y experiencias. Esta cooperación entre generaciones permite participar en el proceso de aprendizaje vinculado a los intereses y necesidades de las generaciones jóvenes, disponer del conocimiento de la generación senior, acceder y utilizar las tecnologías de la información y la comunicación, compartir y acceder al conocimiento y experiencia de la generación senior. 

Evaluación:

El proyecto exige, por sus características, una evaluación desde dos vertientes diferentes: la cualitativa y la cuantitativa siendo la cualitativa más importante. El proceso de evaluación de un proyecto de estas características no se puede hacer al final, valorando el producto, sino que se debe hacer de manera procesual en los diferentes encuentros que se va caminando y, además, hay que valorar que hay puntos de vista muy diferentes según el rol de la persona que está implicada en la subjetividad y los diferentes puntos de vista desde los cuales se evalúa tienen una influencia extraordinaria. Un primer paso que se debe garantizar es que, en ningún caso, la persona sénior está juzgando ni valorando al profesorado, sus competencias o el papel que tiene en este proceso. Precisamente, por el diferente contenido específico que puede tener el trabajo, la persona sénior puede tener un campo de conocimiento y de formación muy diferente del profesorado lo que no implica un juicio de valor. 

También puede darse la coincidencia de que es un campo de formación de la persona senior y del profesorado sea el mismo pero que pueda ver enfoques o puntos de vista diferenciales. 
En este caso puede resultarle más complejo a la persona sénior pero debe quedar explícito que en ningún caso incidirá en las orientaciones que desde la tutoría el profesorado pueda dar al alumnado. 

También es importante que el profesorado pueda escuchar, valorar y analizar las aportaciones que hace la persona sénior sin que comporte un desprestigio ni a nivel personal ni ante el alumnado. El hecho de analizar las aportaciones y valorar los diferentes puntos de vista es uno de los factores de gran interés para el alumnado que puede ser testigo de un análisis razonable y razonado de diferentes puntos de vista de un tema que le interesa del que está haciendo la investigación ya que en su vida profesional sin duda tendrá muchos momentos en que habrá un debate y una reflexión y análisis antes de poder tomar decisiones. El alumnado igualmente deberá participar en la valoración de este proceso tanto de su trabajo, los resultados obtenidos así como de las vivencias que ha tenido de este debate compartido y de las aportaciones, actitudes e informaciones que ha recibido de la generación senior y de la persona que ejerce la tutoría. Sin duda con este análisis, desde los diferentes puntos de vista, la valoración y el proceso puede llegar a un alto grado de satisfacción sobre todo de las relaciones que se hayan establecido entre las tres generaciones. 

Con una mayor perspectiva será importante valorar cómo los estereotipos vinculados a la edad tanto por parte de la generación senior hacia la generación joven como al revés y ver si se consigue un efecto más amplio que el propiamente individual. La evaluación cuantitativa se podrá realizar en función del número de personas que han participado, el número de trabajos realizados de forma multigeneracional así como el impacto que pueda tener tanto en la comunidad como en las instituciones donde se han realizado. Finalmente serán los propios participantes los que podrán ir formulando criterios que permitan hacer una valoración, realizar documentos, seminarios, publicaciones .. que puedan poner en evidencia el valor y la incidencia del enfoque de este proyecto.